LA ECONOMÍA Y USTED…
Eliseo Castillo
MANOS AMIGAS
“Juegas sin orden, suaves se prodigan, / las manos que te atrapan, manos amigas, / se dibujan, se agrandan y persiguen, / manos amigas, felicidad de vida”…elíseo
En una reciente intervención, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden pecó de claro en sus declaraciones a la prensa que le inquirió en relación a los excesos de apoyo que están aprobando para los gobiernos en guerra de Ucrania e Israel.
Mientras disfrutábamos de la belleza y perfección humana incomparable de las olimpiadas de París…
Ante las críticas de la prensa por los enormes paquetes de financiamiento que el congreso ha aprobado para Ucrania e Israel; obviamente todo en armamento y accesorios para la guerra; el presidente Biden fue directo en un acto de indiscreción; hay información que es mejor que la prensa no conozca; menos aun la sociedad civil que debe seguir pensando que cuenta con suficiente poder para hacer que los gobiernos modifiquen sus políticas, en función de los intereses sociales.
Biden fue directo al afirmar que los paquetes de financiamiento, estaban generando bienestar para algunos estados donde se fabrican los armamentos que se les enviarán a estos dos países.
Recalcó que son los fabricantes y contratistas americanos los que se están beneficiando de este financiamiento, puesto que los misiles, tanques, aviones de guerra y municiones se fabrican en varios Estados de la Unión americana; luego fue señalando los lugares donde se fabrican.
Esto no se debe decir en voz alta; menos aun ante la prensa; en todo caso se debe pensar totalmente en silencio; o discutirlo con su equipo de seguridad nacional.
Decir la verdad duele; y en seguridad nacional es peligroso.
Mientras los televidentes del mundo admirábamos belleza y proezas deportivas, el presidente de los Estados Unidos afirmaba que el negocio de la guerra está arrojando ganancias más que nunca; que entre más inseguridad tengamos, más beneficios van a llegar a manos de los inversionistas-contratistas americanos, quienes caminan de la mano de la política intervencionista de su gobierno.
Nunca ha sido un secreto que entre el 60 y 70 por ciento de la industria americana se relaciona de manera directa e indirecta con la guerra; pero cuando de manera abierta se pone en el discurso del presidente , las verdades lastiman en exceso.
Nos emocionamos con los juegos olímpicos y la belleza humana; mientras la ambición económica por medio de la guerra no descansa.
Biden en su discurso fue directo: la guerra es un gran negocio; los empresarios están ganando más que nunca.
Con esto queda claro por qué las regiones menos desarrolladas son un permanente laboratorio de violencia generado y patrocinado por las potencias bélicas; hay que vender todo el armamento que se va produciendo; además, hay que probar nuevas armas, pero de preferencia con poblaciones vulnerables racial y económicamente.
La industria de las armas necesita de la guerra; al mismo tiempo necesita de países ingenuos que acepten mantener este tipo de acciones.
Por otro lado, se tiene un ejército muy grande soldados desempleados que están en busca de ser contratados para hacer lo que han hecho por años…, matar.
Se les llama mercenarios, y viajan por todo el mundo buscando empleo; buscan guerras, conflictos nacionales e internacionales.
En África se localiza uno de sus mejores mercados de trabajo; los conflictos bélicos son frecuentes en el continente negro; es un buen mercado de trabajo para los llamados “soldados de desecho” o “soldados de juguete”, o simples mercenarios.
Esto es lo que acontece mientras nos solazamos con la belleza del deporte y las olimpiadas; la promoción de la guerra como el gran negocio que no debe parar; tal es la condición egoísta del ser humano, que ha hecho de esta actividad un mero negocio.
Le abrazo…