mié. Abr 30th, 2025

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

                                             

                                                                       DEL CAMINO

                                                     “Los pies cansados pero amorosos,

                                                     se hacen invencibles a la distancia,

                                                     aunque la vida a veces no es amable,

                                                     mis pies se mueven, saben buscarte,

                                                     caminan, sueñan que vuelan,

                                                     camino y sueño que en ti confluyen”…

                                                                         elíseo

En todo el mundo se está manifestando lo que se ha venido discutiendo en los centros de investigación especializados en relación a los fenómenos naturales, el clima, los ciclos de lluvias y agrícolas; y todo lo que la final se ha catalogado como el cambio climático y calentamiento global.

Ya sabemos, se realizan encuentros en las más altas esferas diplomáticas internacionales; todo está bien para la prensa y para campañas electorales; se firman acuerdos como en 1997 en Kioto, o en 2015 en Paris; buenos momentos para los políticos que dicen, vociferan y firman acuerdos para detener el calentamiento global. El discurso, la foto de los políticos disfrutando de los viajes se manifiesta en la prensa internacional; luego la realidad nos vuelve a dar de bofetadas: sequías extremas, cosechas malas o nulas, lluvias atípicas y destrucción de la naturaleza; calor extremo, deshielo de los Polos…

Y al final las empresas internacionales de producción agroquímica saboteando todos los acuerdos para reducir la actividad industrial y la reconversión hacia políticas menos agresivas contra la naturaleza.

No es cierto que hay verdadera voluntad por y para detener el deterioro de la naturaleza; el sistema social y económico se ha diseñado para destruir todo lo necesario si deja alguna ganancia; lo puede usted ver en cualquier lugar; no existe un sólo espacio en la tierra libre de la mano destructiva del ser humano; está en su naturaleza ser depredador, destructor y acumulador; en mayor o menos medida lo hace en todo el mundo; en mayor o menor medida lo que busca se reduce a cosas muy simples: apropiarse de los recursos ante el apetito de los que no lo pueden hacer; después de todo es el único fin de las guerras en todos los tiempos de la humanidad: por los alimentos, los recursos naturales y las mujeres.

Busque usted más razones para destruir y seguir destruyendo el espacio de vida y le costará trabajo encontrar algo más:

Sólo les va mal a los pendejos…

De que otro se lo quede, mejor me lo quedo yo…

Mientras me paguen por mi trabajo, me vale lo demás…

Pago mis impuestos y doy empleo…, me vale si contamino…

Que desaparezca la cocacola…, ¿y los empleados…, que hacemos con ellos…?

Dejemos de producir coches…, ¿y los empleados…?

Dejemos de producir agroquímicos…, ¿y los alimentos…?

Por eso decimos que el discurso contra el calentamiento global va a seguir mientras sea un buen planteamiento para campañas políticas y reuniones entre gobernantes del mundo; nada va a cambiar al final el día.

Por eso las empresas seguirán contaminando lo que queda de sano del planeta…, mientras haya un peso o dólar por ganar, nada se va a modificar.

La ambición como verdadero Dios (quizá el único incontestable de forma material) seguirá siendo el motor de vida, de lucha por tener lo que otros tienen.

La naturaleza nos está hablando, se nos está despedazando; mientras nosotros seguimos con los discursos de los políticos en turno prometiendo detener el calentamiento global; mientras las grandes empresas se burlan de la realidad y siguen con su único Dios—. la ganancia.

Este si que es un Dios visible; la naturaleza habla, clama, llora; ¡que importa!, mientras haya un nuevo negocio por hacer con lo que queda de agua, bosque y tierra por cultivar.

La naturaleza habla…, no es cierto que la estamos escuchando.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *