dom. Jun 22nd, 2025

LA ECONOMÍA USTED…

Eliseo Castillo

LA INFINITA BELLEZA

“Con la ternura de tus pasos leves, / se levanta el aroma que esparces generosa, / se prodiga la vida…, se resume el recuerdo, / la belleza fluye apenas me miras, / aromas de amistad me inundan, me doblegan, / tus manos, como siempre, al final me rescatan”… elíseo

Desde que escribí el libro…”El México del mexicano”, allá por 2007, señalé que en el México clasista mestizo y discriminador, el único indio bien visto, e incluso reconocido en eventos oficiales y de convivencia, era el indio muerto, el que se “fabricaba” según las necesidades de las enseñanzas escolares para fomentar el amor a la patria desde la historia.

El indio vivo es una afrenta, una vergüenza, y un estrobo en la vida cotidiana; pendejamente les llamamos “Marías” a las mujeres nativas u originales de estas tierras; tal es el desprecio a su condición de personas individuales.

El que hoy se haya elegido a un abogado mixteco como nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia representa nuevamente una vergüenza para la vida nacional de las clases medias y altas de este país, tan especialmente racista.

¡Imposible…, cómo que un pinche indio nos va a representar en el máximo poder judicial!

Claro, se cuida mucho de compararlo con la imagen de buena parte de los actuales ministros; simplemente tomando como ejemplo a su presidenta…; fobias aparte, confiese usted…

¿Se atrevería a confiarle sus asuntos legales a Norma Piña…?

Profesionista inepta que en el examen en que buscó el cargo fue la peor evaluada, reprobando totalmente los exámenes; pero que fue impuesta por la presidencia de la república en turno.

Claro, es una mestiza, estéticamente…, digamos “especial ” para no ofender a quienes se identifican con ella, y al ser impuesta como ministra, solamente se usó ese poder que la constitución le daba al presidente en turno; digamos que ella no tuvo la culpa; es parte de un engranaje de corrupción y alianzas de poder; así de simple.

El que ahora, 13 millones de electores efectivos hayan decidido que quieren a un indio mixteco, que reúne los requisitos como ministro de justicia como que ha ofendido el clasismo y racismo que ha distinguido al mexicano promedio; no se ha podido esconder esta parte del mexicano, y se manifiesta con fuerza en los medios de comunicación diversos, haciéndose abiertamente violento en las redes sociales, donde efectivamente; como lo señala el delincuente con fuero, el senador panista, “finísima persona”, Ricardo Anaya, quien para no ser detenido usó su poder para recibir una senaduría plurinominal; de esas que tanto les gusta a los vividores del sistema, como la familia Calderón, que cuando no les dan una pluri, se enojan y amenazan con irse del partido, o de plano se la roban.

Al afirmar el senador panista en la tribuna del Senado de la República, que la caca flota (comentario científico me imagino), pareciera que efectivamente ha dicho una verdad penosa…; la caca flota… si acaso se refiere a la caca intelectual del clasismo de los que han decidido atacar al nuevo ministro de la próxima Suprema Corte de Justicia, Hugo Aguilar, tan sólo por ser un mexicano de origen indígena.

No se engañe, no es algo nuevo, desde la Colonia (1521-1821) se dejó bien clara la diferencia social; Malinche fue tomada por Hernán Cortés como un regalo más, la uso sexualmente cuanto deseó, luego de enfadarse la entregó a sus subalternos; era el nivel de desprecio que le prodigaba, al margen de la historia romántica que queramos inventar.

El desprecio por el nativo es patente; hubo otro indio remiso y rejego que osó ir a la escuela, ser diputado, luego gobernador de su natal Oaxaca, luego ser presidente de la Suprema Corte y terminar siendo presidente de México; Benito Juárez García; quien sin embargo fue insultado, despreciado, atacado; incluso imponiéndole un emperador, obviamente rubio, con una “graciosa majestad” femenina muy mona de nombre Carlota.

Todo a cambio de no ser gobernados por un indio.

Hoy, más de siglo y medio después, otro indígena, este de origen mixteco es elegido por voto popular, se encienden las alarmas del clasismo, como en 1860 con Juárez, se le acusa fundamentalmente de algo que lleva en su origen…; es un indio vivo.

Y en México, el único indio que se respeta y homenajea es al indio muerto.

Como le señalé en mi libro hace años.

El abogado Hugo Aguilar es una ofensa para la gente blanca (me incluyo, soy güerito de rancho, o de pueblo; claro, yo vote por él para el cargo jajaja, mi pecado de hombre blanco) que no acepta reconocer la justicia de manos de un inferior, desde sus ojos racistas y clasistas; es un sufrimiento que lleva de por medio el gran negocio que significó ser parte del poder judicial.

De eso hablaremos en otra ocasión, quizá mañana, si el loco supremacista Trump, nos deja respirar un momento en su loca carrera por desatar la tercera guerra mundial en aras de obtener el tan ansiado trofeo de ser reconocido como el emperador del mundo.

Hace más de 150 años un indígena zapoteco llegó al poder judicial y fue atacado, ninguneado, victima de burlas; Benito Juárez; nada de raro tiene que en esta sociedad clasista y racista se siga atacando a los nativos vivos que osan ocupar puestos supuestamente reservados para la gente bonita y blanca…; aunque, viendo a la ministra Norma Piña… (¡…!?)

En fin, el mixteco Hugo Aguilar seguirá siendo ofendido, atacado…por ser un indio que aun vive…

A Juárez se le venera nacionalmente por que ya está muerto…

En fin.

Le abrazo…

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