LAS PEQUEÑAS COSAS…
Eliseo Castillo
DEL PASADO
“Del ayer sin retorno apenas guardo, / dos o tres momentos bien amados, / algún reflejo de tus ojos sorprendidos, / un sabor lejano de tus labios; / dos o tres cosas que te nombran, / que te extrañan, de tu vida guardo, / dos o tres cosas que me alientan, / dos o tres cosas, sólo eso”…elíseo
Mientras los pingüinos de Madagascar gorditos y bonitos tiemblan de miedo por los aranceles que les va a aplicar el salvaje de la Casa Blanca (si a los cinco pingüinos de la isla desierta de Australia ya les aplicó impuestos; pues que se espera de los populares cuatro “señoritos” del parque de diversiones que nos presentan en la tele); la Corte Penal Internacional se usa como se hace en las cárceles de cualquier país; se sigue demostrando que se construyen para meter en ellas a los más jodidos; los que no tienen para una buen defensa entre otros.
Originalmente se trata de una Institución enfocada a perseguir a delincuentes institucionales que han cometido delitos tipificados como en contra de la humanidad; en la lista de los llamados “genocidas” se encuentra en primerísimo lugar el neo-hitleriano Benjamín Netanyahu, quien a petición de Donald Trump se ha afanado en el exterminio de los palestinos, “obstáculo humano” que impide que el empresario de pelo naranja pueda desarrollar su soñado balneario en el Medio Oriente, sin la “gente fea” y pobretona palestina.
El mandatario israelí es un delincuente enjuiciado en su propio país; si no se mantiene en guerra contra Palestina, tiene que ir a la cárcel en Israel; la mismo tiempo, la Corte Internacional lo reclama por tener una denuncia por crímenes de lesa humanidad, a los que debe responder en el Tribunal Internacional de la Haya.
Esta semana se ha mostrado que las cárceles son fundamentalmente para los pobres del mundo que normalmente no pueden pagar una buena defensa; el señor no puede salir de su país sin que sea detenido por el gobierno de ese territorio; siempre y cuando pertenezca a las Naciones Unidas en su variante de la citada Corte Internacional.
Sin embargo, lo ha hecho el señor; se ha reunido con el presidente de Hungría Víktor Orban, quien en lugar de acatar la orden internacional y detenerlo y entregarlo a la Corte; le dio un recibimiento de Jefe de Estado, al tiempo que rompía relaciones con la Corte Internacional.
Preferible proteger a genocidas que aplicar la justicia; después de todo está probado para este tipo de gente que el mundo se forma de personas de primera, segunda tercera categoría. En este caso, los palestinos forman parte de la gente poco deseada por los supremacistas adoradores del neonazismo.
La parte más penosa fue que el avión de Netanyahu en su paso por el espacio aéreo de Francia no fue molestado en lo mínimo; el presidente Macron que tanto presume el origen de la justicia moderna ligada a la revolución francesa el siglo XVIII; decidió dejar pasa el avión del israelí en su viaje a los Estados Unidos, a rendirle cuentas a su padre putativo; para el que se encuentra afanado destruyendo todo vestigio palestino; con miras, como lo repitió ayer lunes Trump, a tener pronto esas tierras libres de palestinos para construir el balneario para gente de alto poder de compra…; como él y sus pretensiones.
¿Y estos son los guardianes de la justicia internacional…?
¿Tiene sentido mantener las cuotas para sostener a la ONU y sus diferentes organismos si no cumplen su cometido?
Recordemos que desde 1945, fue Estados Unidos quien promovió la creación de los diversos organismos internacionales que nos rigen hasta la fecha; pero si solamente se van a usar según sus intereses; nos están mandando la señal de que se van a usar según la “ley del azadón”´… ¡todo para mi…, todo para mi!
La demostración de desprecio contra las leyes que ellos mismos crearon nos mandan en penoso mensaje….la cárcel sigue siendo para los que no pueden defenderse; y seguramente que el día que se usen para los más poderosos se va a legislar para desaparecerlas; paso definitivo para el regreso a la ley de la selva; la del más fuerte; donde seguirán siendo ellos sin duda.
Le abrazo…