mié. Abr 30th, 2025

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

DEL INFINITO

“Con la distancia que abarca el tiempo, / sin desdoro de lo ya vivido, / guardo el fervor que solamente se siente, / con el paso del amor en el cuerpo, / poco queda, se extingue sin recato, / el infinito es una idea, un deseo, / mis brazos buscan más que eso”….elÍseo.

Cuando el escritor peruano perdió la campaña política contra Alberto Fujimori, el escritor Octavio Paz fue definitivo en su comentario al respecto en relación a su gran amigo peruano; palabras más o menos señaló que con su derrota, las letras rescataban a un gran escritor, y la vida política había perdido un mal político.

No es equivocó, su aventura política lo puso en su lugar; una cosa es escribir novelas y ensayos fantásticos, para un reducido público; como sin duda lo hizo por tantos años; y otra cosa es intentar ser representante de una sociedad más amplia. En realidad el espacio de seguidores de un escritor no es tan amplio como se quiere inventar; vender 10 000, 20 000, ejemplares de un libro es apenas alcanzar un pequeño numero de personas con la huella de la escritura; nada que ver con los países, que en su mayoría se conforman de millones de habitantes.

Vargas Llosa es reconocido internacionalmente en el espacio de lectores; más allá de ellos su presencia es poco relevante; eso pasa con todos los escritores, unos más, otros menos; pero al final, sus ideas literarias se quedan en espacios intelectuales… ¿Cuántas personas leen un libro al año realmente? La cultura literaria espanta; es más fácil decir que se lee muchos libros que leer uno realmente; por que es más fácil decir que hacer.

El escritor peruano se hizo más popular fuera de la literatura en 1990 cuando en el coloquio convocado por el director de la revista Vuelta, su amigo Octavio Paz, lo invitó a coordinar una mesa de discusión, en la que tuvo la osadía de nombrar lo que políticamente estaba prohibido por el gobierno de Carlos Salinas; en sus palabras aseveró que el gobierno mexicano era una forma de dictadura, la que calificó de “dictadura perfecta”; por que se manejaba de tal manera que daba la impresión de que se gozaba de mucha libertad, al tiempo que se controlaba cualquier disidencia.

Ante esta afirmación, el escritor convocante y premio Nobel de literatura reaccionó con abierto enfado, tomó el micrófono con el rostro desencajado y sin ocultar su molestia; de alguna forma contrarrestó su comentario con una acusación casi bélica…: afirmó que podía ser dictadura…; pero no militar; aludiendo desde luego al historial de dictaduras militares de Sud América, y en especial de Perú.

Como forma de confirmar lo dicho por el peruano, este fue “invitado” a retirarse del coloquio, a ir a su hotel por su equipaje y conducido al aeropuerto…; amaneció en Madrid.

Aquel escritor que se manifestaba supuestamente libremente, con los años y los premios dejó de lado su capacidad de análisis crítico y su lucha por la libertad de las ideas, y sobre todo el derecho a la democracia; para pasar a las filas de la ignominia, el desprecio por la sociedad, y la defensa de las élites a las que, después supimos envidiaba; así es como pasó de luchador por la libertad de las ideas y la democracia, a mero súbdito de un rey; desde entonces, ya lejos de lo que significa ser una mente lúcida y empática por la sociedad; dedicó su espacio de vida a denostar a los que no pensaran como ellos, los que se suponen superiores.

El defensor de la Revolución cubana, amigo entrañable de vida y familia de Gabriel García Márquez, pasó a ser simple “súbdito”, de la corona española, renunciando de esta forma a la libertad a cambio de un mendrugo de nobleza extraído de la voluntad de un rey denostado por ladrón, cínico y poco presentable; como sin duda lo fue y lo es actualmente (escondido para no ser puesto en la cárcel por la justicia de España).

Su valor como escritor es sin dada muy alto; su estilo de redactar no tiene tacha; en un curso en el COLMICH, usamos ensayos suyos como modelo de redacción ejemplar; sin duda fue un maestro de la redacción coherente.

Como político, el epitafio de Octavio Paz es suficiente, escribía mejor.

Los lectores tuvimos mejores textos de su pluma, mientras que los peruanos no sufrieron un mal mandatario.

Como persona terminó siendo lamentable su paso por la tierra; no es posible creer y admirar a alguien que se atrevía a decir que la izquierda había ganado en Latinoamérica, México incluido, por que los electores no sabían votar; no sabían elegir. ¡Nos trató de tontos!

Afirmar que se ganó la elección porque los electores no saben votar es quitarles el derecho a pensar y decidir; así se catalogaba a los idiotas en la sociedad griega; se le llamaba “idiotas” a los que no manifestaban capacidad de raciocinio para tomar sus propias decisiones.

Vargas Llosa mostró el cobre desde el momento en que usando su prestigio, promovió su nacionalidad española y buscó lo que la final el rey de España le dio; un pequeño titulo.

Prefirió ser súbdito que hombre libre; prefirió defender las élites dominantes, que la sociedad que defendió por años; prefirió una pequeña jaula de oro entre los escritores para lanzar lodo a la sociedad que quiso gobernar, que seguir siendo ciudadano del mundo.

Para él, la democracia dejó de tener sentido; y se dedicó a hablar pestes de los que no pensaran como los de su nuevo grupo: los de la derecha y ultraderecha.

Renunció a ser lo que nos dijo que era por 60 años al menos, para mostrarnos su real personalidad.

La muerte no hace mejor a una persona; se acostumbra decir maravillas de un escritor o artista a su deceso; son acuerdos que dicen poco de verdad y mucho de una postura falsa. No tiene caso mantener esta mentira.

Vargas Llosa los pisó, ensució un 15 años, desde que recibió el premio nobel de literatura y cambio de ropaje de ciudadanos demócrata, por el de un mero “súbdito de una corona”.

La sentencia de Juárez ante los franceses al invadir México lo señala…; la historia nos juzgará.

El escritor y la persona ya están juzgadas; cada día escribe mejor sin duda; y cuando guarda silencio ante temas políticos luce mejor.

Las obras quedan, la vida sigue; ni buena ni mala, todo depende.

Le abrazo…

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