vie. Ene 17th, 2025

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

SERÁS CAMINO

“Llevo en mis manos tu esencia, / presencia indudable a tu regazo, / no lo ordenas, lo sigo sin dudarlo, / ruta de mi vida, amor de cada día, / camino y sigo tus señales / camino y busco más de ti”…elíseo

Cada fin de año, de manera invariable en el mundo occidental se realiza el ritual del deseo de la “gran mentira” que ayuda a llevar las carga de mantener los cuidados posibles para sobrevivir el año por iniciar o en inicio.

A la exclamación de ¡feliz año nuevo! nos evadimos de golpe de la realidad, aunque esta nuevamente nos de un sentón al día siguiente.

Luego vienen las listas interminables y casi imposibles de cumplir de los llamados “buenos deseos”; ser mejores personas, hacer ejercicio, mejores hijos, hermanos, padres, vecinos, empleados…

Hasta que la realidad, apenas se inicia el año y pasa la cruda alcohólica y de desvelo, nos lleva a la otra cruda…la de la vida real de cada día.

Dios…, los santos…, un ejército de benefactores que tienen mucho trabajo.

Mientras nos la pasamos deseándonos felicidad con medio mundo que en ocasiones no vemos en el resto del año; luego inventamos frases para hacer sentir bien a los demás y sentir que nosotros somos realmente especiales; la realidad sigue siendo cada vez más violenta; los grupos delincuenciales se multiplican por todas partes; cada vez hay grupos más jóvenes y violentos; les importa menos el orden social, y más el beneficio inmediato. Para ellos matar es cada vez más común; con sus grupos de los llamados “sicarios”, el costo de una ejecución tiende a abaratarse, por que abundan jóvenes sin escrúpulos, o capaces de hacerlos a un lado por poco dinero.

Contra la celebración del ¡feliz año nuevo, lleno de paz y prosperidad! choca la vida de cada día, se incrementan los robos, los cobros de piso, los levantones, la violencia en la guerra de precios a la alza, agresión impune contra el consumidor; que es una de las formas de violencia más fuertes que hay.

Desde el púlpito, en la iglesia católica se nos repite sistemáticamente que debemos ser empáticos con nuestros congéneres; lástima que de inmediato en el sermón nos dan de bofetadas cuando se ponen a confrontarnos con la idea de que con este gobierno todo irá para mal, esto nos indica que realmente no deseamos que a los demás les vaya bien; resulta que apenas unos minutos antes nos abrazamos, nos tomamos de la mano, para luego escuchar decir que por culpa de este gobierno; pero sobre todo el anterior de AMLO, al que le guardan un rencor muy delicioso, por eso no habrá un buen año; por que tanto AMLO como la actual presidenta Claudia, son malas personas, son comunistas, según sus poco ilustradas aseveraciones; por tanto, todo iría mejor sin su presencia.

Y un día pensamos que diosito nos hizo a imagen y semejanza…; que además, nos inyectó la idea del bien antes que del mal; mientras que los santos, muy cercanos a nosotros se convierten en nuestros acompañantes diarios; ya ni que decir de nuestro ángel de la guarda, mi dulce compañía (así me lo enseño mi madre en mi infancia; y lo creí realmente; y lo llamé a cada rato que me quedaba solo en la noche, o estaba desvalido en algún lugar; creí en él, y lo llamé muchas veces…; obvio, sigo esperando a que llegue; debe tener muchas personas a quien cuidar y acompañar… ¡ah, que mi angelito!).

Entre la buena fe, la esperanza y la necesidad de creer, se van diluyendo los días de vida, necesitados de creer que las cosas van a ser mejor cada día, esperamos no encontramos con la realidad cotidiana: violencia de crimen organizado, violencia de precios contra el consumidor indefenso ante la necesidad de adquirir los bienes y servicios con los que lleva su día a día; las grandes empresas abusan de manera inmisericorde del bolsillo de la familia; a la menor provocación incrementan sus precios; si esto no es violencia, dígame usted entonces qué es, si en cada momento vacacional, o determinadas políticas gubernamentales, se reacciona desde las grandes empresas subiendo los precios de los bienes y servicios: el refresco, la cerveza, los boletos de pasaje terrestre y de aviones; y todo lo que necesita la familia de manera constante.

Hay grupos de delincuentes que matan por dinero y poder; y Dios no mete las manos hasta hoy para evitar que mueran los buenos y los malos sigan matando; hay grupos de delincuentes empresariales que suben los precios por sus intereses, dejando con hambre a millones de familias; incluso con nuestros vicios de borrachitos irredentos o inevitables.

Por desgracia, hasta hoy la larga lista de santitos no han metido las manos…; al menos de manera que se pueda ver.

Ya cada quien puede argumentar que al ser más de ocho mil millones de personas en el mundo, como que se vuelve complicado cuidar a tantas personas.

Imagínese las carreras de los ángeles de la guarda, la duce compañía, que yo esperaba que nunca me desamparara, ni de noche ni de día…

Será que somos muy exigentes, y queremos todo peladito y en la boca…

O será que Dios y los santos tienen tanto trabajo, que los ángeles de guarda se enfadan…

Deseo infinitamente que el año sea lo mejor posible; que en su pequeño mundo familiar no haya enfermedades, carencias económicas, y separaciones costosas y rencorosas; si no es el amor, que les una el gusto por vivir unidos…

Le abrazo, con brazos no santos, sólo con el deseo de que la vida siga…, siga bien en su familia.

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