vie. Dic 6th, 2024

LAS PEQUEÑAS COSAS…

Eliseo Castillo

                               

                                                                                 DEL AYER

                                                                “Si pudieras oírme como entonces,

                                                                tantas cosas se harían diferentes,

                                                                del ayer no recojo los fracasos, no los vivo,

                                                                en el hoy sólo sé que te extraño;

                                                                ya no hay tiempo para recomponer algo, amor,

                                                                del ayer, no lo busco con reproches,

                                                                lo agradezco, por haberte conocido”…

                                                                                           elíseo

Ayer, Asía sufrió como hoy de monzones y tsunamis; Acapulco se destrozó en unas horas hace un año; hace meses sufrió un nuevo golpe de la naturaleza; hoy Valencia España sufre consecuencias parecidas frente a la naturaleza que nos recuerda que la cuenta que hay que pagar por seguir destruyendo el espacio de vida tiene este tipo de consecuencias.

La naturaleza, Valencia y los reyes de chocolate… ¡convertido en lodo!

Valencia, y buena parte de la región que se extiende en estos días hasta Cataluña sufren las consecuencias de la destrucción del orden natural de la vida; los fenómenos naturales son así; son la respuesta de la misma, contra los procesos de destrucción, mismos que se incrementan día a día.

Cuando se destruye tanto como ha sucedido hasta hoy; no en Valencia, en todo el mundo, fundamentalmente entre los países más industrializados, las consecuencias son inevitables; el cobro tiene que ser pagado. Hoy paga la región de Valencia España; ayer fue Acapulco y Bangladés, y otras regiones asiáticas; mañana se incrementarán los problemas.

Cuatro días después de que sucediera la catástrofe natural en la región española; las autoridades locales y nacionales se apersonaron en la zona de destrucción; obviamente , los medios de comunicación habían criticado ampliamente el sentido de abandono; la respuesta de los valencianos y los voluntarios fue “normal”, llena de molestia y desencanto; tanto el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el presidente de la comunidad valenciana y esa figura medieval: los reyes borbones, fueron rechazados con insultos, y lanzándoles bolas de lodo…

Pasa siempre que la sociedad se siente olvidada y descuidada; normalmente la expresión es muy franca… ¡váyanse…, no los queremos!

Esto fue lo que pasó con los presidentes del parlamento y de la comunidad valenciana; y no fue algo raro; se le vio como una forma de desahogo… ¡pero gritarle y lanzarle lodo a los reyes…; madre santa de todos los santos…!

Obviamente, los medios de comunicación se han aprontado a señalar que en realidad el rechazo se lo llevaron los dos presidentes, y, que de alguna forma se lo merecen… , cuatro días después de la catástrofe se presentan…; los gritos y maldiciones llegan certeras ante el desencanto de recoger lodo y cadáveres sin apoyo… 

¡Pero lanzarle lodo a “SU” MAJESTAD…!

Carajo, en un país donde se sigue manifestando una enfermiza devoción por figuras del pasado como son las figuras medievales de reyes y princesas; figuras a las que originalmente el pueblo tenía prohibido siquiera levantar la vista a su paso, bajo la amenaza de ser castigados por hacerlo.

En los medios de comunicación se están desgarrando las vestiduras señalando que esto no debe suceder jamás; que a los presidentes del parlamento y la provincia, que los llenen de lodo o de lo que sea; que les maldigan…; ¡pero a sus majestades…! a sus ¡graciosas majestades…!

Que el Santo niño de Atocha y la virgen del Chorrito nos agarre confesados, y les obligue a hacer gárgaras con vinagre al menos, si se osa pecar de pensamiento, y cárcel si de obra contra la “graciosa” figura de la muy devota reina Letizia (ahí te hablan querido Jorge…).

Por eso en los medios de comunicación españoles, se afanan en señalar que la agresión fue para los dos presidentes; mientras que para los reyes, fue una agresión muy localizada de un pequeño grupo de provocadores preparados justo para este momento…

Imagínese usted, son tan fregones estos españoles que se dan tiempo para partirse el alma ayudando a otros en desgracia, o para buscar cadáveres; mientras preparan la agresión contra los “graciosos” reyes de España.

Claro, el rey, como buen señor del reino de España, en lugar de solidarizarse con los jodidos con pala y escoba; ante el lodo que les lanzaron tuvo la brillante idea (seguramente lo deseaba tanto como su “graciosa” majestad Letizia (Jorgeeee, ¿la extrañas…?)), tuvo la idea más brillante que se le ocurrió para el momento… 

¡pues si quieren nos regresamos a Madrid…!

Así piensan los autócratas reales ante un problema de esta magnitud; total, en lugar de ser empático con el dolor social, tuvo la ingrata idea de afirmar que en todo caso podían regresarse a Madrid; seguramente para seguir con su muy agenda de juegos y distracciones que le obligan a realizar cada día, con las cortesanas y caballeros de la corte.

Total, los reyes están en Madrid, que los valencianos se jodan…; ahora lo que importa es limpiar su nombre en los medios de comunicación; que quede la idea de que en realidad quienes fueron repudiados y enlodados fueron los presidentes del gobierno español y la provincia de España; y que, sin duda, sus “graciosas majestades”, no son responsables de estos eventos complicados…; ellos están por encima de pequeñeces, como la muerte de cientos de personas; y miles de bienes que dejan en la calle a familias.

Sus graciosas majestades tiene otras actividades que hacer…; por ejemplo gastar el presupuesto público, gastar el tiempo en hacer nada; perseguir a las damas de compañía o caballeros de la corte…; esto si que es importante…

¡Ah, que los españoles tan orgullosos de sus reyes…!

¡La felicidad de ser súbdito en lugar de ciudadano…!

El que por su gusto es…

Le abrazo.

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