LA ECONOMÍA Y USTED…
Eliseo Castillo
PARA MAÑANA
“Por que ignoro si al final del día quede algo, / digamos, un poco de lo que hoy te extraño, / como si fuera un tesoro guardo, / pequeños aromas de nostalgia del pasado, / ara recordarte que en algún momento nos amamos; / que el mañana no nos vea como extraños”…elíseo
Mientras los medios de comunicación nos llenan de propaganda diciéndonos que por fin…, quizá México pueda alcanzar una medalla de oro; incluso el presidente AMLO viéndose empujado a ocupar tiempo de su conferencia para exaltar las virtudes del boxeador que probablemente pueda ganar dicha medalla; se nos presenta una temática fuerte y delicada por discutir…
¿Qué cáncer social es peor…; el crimen organizado reconocido como narcos; o el crimen empresarial-evasor de impuestos…?
Metidos como estamos en los juegos olímpicos, pareciera que los medios de…, a veces desinformación, buscan distraernos de temas centrales de la vida nacional; con la posibilidad de una medalla de oro, tal es la sequía de éxitos deportivos internacionales que tenemos, que ante la posibilidad, intentan decirnos que no pensemos en otra cosa; que debemos celebrar como hazaña nacional esa posibilidad.
La sociedad tiene razón para soñar; igual para reclamar mejores gobiernos, con mejores políticas sociales; tener seguridad, confianza y mejores ingresos.
En México tenemos la presencia de dos grandes mafias que han desmantelado las condiciones de vida social; la violencia se manifiesta de muchas formas; perdiendo los espacios públicos en manos del crimen organizado; la violentación de la tranquilidad para el comercio, para trabajar, para vivir en familia, se ha reducido por la presencia de los llamados narcos, que se han apoderado de buena parte de la vida pública.
La otra mafia…
La que se oculta en ropa de marca, campos de golf, clubes exclusivos para los llamados VIP (los personajes muy especiales) los grandes empresarios evasores de impuestos que lejos de aceptar su compromiso, buscan por todos los medios no sólo no pagar, sino que mantenerse como los señores líderes del país, con una aureola de grandes benefactores del país.
Por muchos años, estos personajes se dedicaron a buscar los clásicos favores del presidente en turno para conseguir los llamados perdones fiscales; dejar de pagar, al tiempo que se lucían en los medios como si fueran los mejores ciudadanos del país.
Hoy se les está cobrando lo que deben; esto le ha generado al presidente AMLO la categoría del presidente más odiado, el menos respaldado por los grandes empresarios nacionales e internacionales… ¡el muy ladino les está cobrando los impuestos que acostumbraban no pagar…!
¡Habrase visto semejante desfiguro, que además de cobrarles lo que deben, los exhiba en sus conferencias…! Eso es para los nacos, para nos narcos que generan una estela de muertes y atropellos sociales; en cambio los señores de los negocios…¡por favor…!
Hoy ya no hay forma de ocultarlo, estos empresarios evasores se identifican perfectamente como una verdadera mafia; lo que ignoramos es si es más violenta o no que la llamada de los narcos; mientras estos son violentos y ostentosos; los evasores se ocultan en una imagen de ciudadanos modelo, que llevan una vida de alto consumo; como si esto les diera la condición de espaciales e intocables; así se sienten.
El caso más sonado en estos días es el del dueño de Elektra la tienda que cobra hasta la respiración en abonos; quien aceptando deber miles de millones de pesos (la cuenta llega a más de 60 000 millones de pesos); en lugar de pagar, como ordena la ley; decide ampararse para no hacerlo; y ante las investigaciones que realizan algunos periodistas, en lugar de aceptar su compromiso, decide demandarlos por considerar que esta información le daña su imagen de empresario exitoso…
¿Qué tipo de acto es este…?
Un evasor capaz de atacar a la verdad con tal de no pagar lo que debe, y que ante el compromiso, en lugar de cumplir se burla de los que si lo hacen; que además presume ser muy exitoso, no sólo por no pagar, sino por que puede seguir haciéndolo y contar con la complicidad aparente de algunos ministros de la Suprema Corte.
Como no tenemos pruebas en la mano, resulta complicado afirmar algunas sospechas, hipótesis que se manejan en relación a que buena parte de la violencia social que se sufre viene de la defensa de los intereses de empresarios que usan al crimen organizado y al desorganizado para manejar sus problemas ante la sociedad; caso concreto lo vemos con las denuncias contra las mineras, los desarrolladores inmobiliarios y su apetito por apropiarse de los recursos sociales; hay datos que les señalan como responsables de la violencia en contra de los dueños de los recursos; llegando incluso al asesinato, que en no pocas ocasiones, de manera casi maniquea se le atribuye al tradicional crimen de los narcos, o a algún supuesto sicario circunstancial.
Siempre que se puede, se busca culpar a los narcos; quienes efectivamente son una lacra, un cáncer que no deja de avanzar; pareciera que algunos empresarios saben usar sistemáticamente la mala imagen de estos delincuentes de botas, sombreros, camionetotas blindadas, y cadenas de oro, como si fueran grandes especuladores.
Sin defender a los narcos, que son la autentica mierda de cualquier país, queda el sabor a engaño con los empresarios, que debiendo ser ejemplo de civismo y de cumplir con sus obligaciones fiscales para beneficio de la sociedad. se dedican a no pagar; a amenazar, incluso a demandar a los periodistas que los investiguen.
Resulta que hoy es un delito para estas “supuestas finísimas personas” que se publique que no son lo que presumen ser; que son evasores a la vista de la información vertida por periodistas que hoy están siendo demandados por ello.
Hay una sensación de que si nos ponemos a comparar cuál de las dos mafias : la de los narcos tradicionales y sanguinarios , y la de los empresarios que usan su poder para no pagar impuestos y apropiarse de contratos ventajosos con los recursos naturales; probablemente nos llevaremos una mala sorpresa…
Durante su campaña presidencial en 2018, el actual presidente AMLO decía que los narcos tradicionales eran niños de pecho, comparados con los “otros”.
¿La realidad le dio o no la razón…?
Es pregunta con una difícil respuesta.
¿O no…?