“Estamos decepcionados por el recibimiento de los hondureños. Desde nuestra llegada al aeropuerto, fuimos insultados, como si estuviéramos allí para quitarles algo, solo venimos a competir limpiamente en la cancha. Antes nos recibían como los gigantes de CONCACAF y hasta fotos y autógrafos nos pedían, pero ahora nos tratan como si estuviéramos pidiendo algo prestado. Es lamentable, y esperamos que la Federación de Fútbol de Honduras tome cartas en el asunto.”