LA ECONOMÍA Y USTED…
Eliseo Castillo
OLOR AMANTE
“Con el despuntar de las palaras,
uno a uno se desgranan los deseos;
uno a uno, despacio se prodigan,
uno a uno, van pasando ante mis ojos;
olores de ti robados apenas llegabas,
sabores de ti probados, apenas te desnudabas;
ayer, hoy, fuiste y eres, la fiesta de mis sentidos”…
elíseo
La manera en que, a través de los medios de comunicación se ha dejado sentir el rencor con que, algunos de los que se asumen como comunicadores, líderes de opinión, han tomado la derrota electoral de la derecha en México, vuelve a darle otro jalón a la herida nunca cerrada del clasismo con que se ha vivido en México desde su propio origen independiente, 1821.
Ya lo hemos explicado algunas veces en este espacio, el rencor, la desigualdad y el clasismo lo hemos heredado de 500 años en que no hemos logrado aceptar la igualdad entre las personas, sin importar su color de piel y condición económica (1521-1821, como colonia, y 1821-2024, del México independiente).
Por desgracia, durante la colonia y hasta el porfiriato (1874-1910) predominó de manera casi absoluta en los canales de comunicación la idea de que lo externo era mejor que lo nacional; pero fundamentalmente, que la cultura, el conocimiento, las ideas en general venidas de Europa, sin duda eran superiores. Además, dejaban en claro que los blancos nacían siéndolo, que los nativos eran siervos, y que este orden obedecía al mundo natural.
Nada que discutir o aclarar; el orden divino se hermanó con el natural; y se reforzó desde la iglesia católica, verdadera ganadora de la conquista española sobre territorio mexicano.
800 años después de esta conquista, y la instalación cultural de la idea de la superioridad de los blancos sobre las otras persona con color de piel diverso; desde el domingo 2 de junio día de las elecciones, hemos sido testigos de todo el rencor, reproche y desprecio que han acumulado los que se consideran blancos en este país. Personas que se creían y parece que se siguen creyendo “líderes de opinión”; sacaron su peor perfil, acusando a los votantes por Morena de: “nacos”, “inferiores por tener el pelo rizado”, “por haberse puesto las cadenas, que supuestamente ellos les habían quitado… (¡sic!)”; y otras estupideces que reflejan el tamaño de su ignorancia; su clasismo, pero, sobre todo; su rencor y desprecio por los que no son como ellos.
Hoy queda más claro que nunca que en México para esa derecha que impulsó a Xóchitl; los que deben gobernar y hacer negocios son ellos; y que los más de 34 millones de electores que decidieron apoyar a la izquierdista Claudia, sin duda son inferiores, llegando incluso a afirmar cierto historiador, del que luego de leer 15 páginas de uno de sus libros nunca quise volver a abrirlo. Este historiador tuvo la “honesta” declaración en que afirmó que si pudiera mandaría colgar en el zócalo de la ciudad de México a todos los que votan por Morena; luego un premio nobel de literatura, avenido en caballero de la corona española ha declarado que los que votan por Morena lo hacen por que no saben votar; o simplemente no votan bien.
El rencor y desprecio que se escucha en la radio, se lee en los periódicos y las redes sociales, y se escucha y observa en la televisión; solamente reduce la calidad moral, si acaso la tienen o alguna vez la tuvieron estas personas que se autonombran “líderes de opinión”, concentra y resume esta parte lamentable y triste de la sociedad mexicana; nunca ha sido más homogénea que dividida; ni siquiera encontramos algo nuevo en sus comentarios clasistas; lo único que atestiguamos es que lo hacen en voz alta; lo que antes trataban de manejar en un tono controlado.
Desde el lunes 3 de junio se inició la guerra contra la presidenta electa; tienes seis años para terminar con su presencia en el plano político; desde el lunes 3 de junio nos repiten que Claudia es una mujer morena, que tiene el pelo rizado, que no es religiosa, y es una marioneta del presidente AMLO. A sus ojos, todo malo en ella.
Desde el lunes nos están diciendo que trataran de desestabilizar su gobierno; están convencidos de su superioridad europeizante; se la han creído.
Rencor y desprecio por los que no son como ellos, es su moneda de cambio en la vida.
Ya iniciaron, sólo alimentarán cada día el rencor…, el desprecio por los “otros”.
Le abrazo.