dom. Oct 13th, 2024

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo 

                                                 

                                                                         ¿QUÉ NOS PASÓ?

                                                         “Era un amor de todos los días, decías,

                                                         fuego en la sangre imaginaba, te amaba,

                                                         mujer eterna, mujer sin tiempo, no te entiendo,

                                                         ¿qué nos pasó? habla  el silencio,

                                                         ¿qué nos pasó? repite el eco…

                                                         ¿qué nos pasó? tu recuerdo”…

                                                                              elíseo

Desde el momento en que el gobierno chino de los años ochenta del siglo pasado decidió implementar la política de atracción indiscriminada de capitales del mundo bajo la consigna de “no importa el color del gato, siempre y cuando atrape ratones”; se dio el banderazo para recibir inversiones de todo el mundo, lo que importaba era industrializar al gigante chino que Mao no logró desatascar.

Así es como se echó a andar la política de industrialización china con la mejor oferta del mundo en materia de salarios bajos, de hambre literalmente; con trabajadores dispuestos (u obligados) a laborar jornadas de trabajo por encima del promedio; pero sobre todo, que no reclamarían pago extra por el sobretiempo de trabajo; pero sobre todo la garantía de mantener amplias masas de trabajadores necesitado de empleo…, aunque fuera por salarios muy bajos.

Así se estableció la nueva gran maquiladora del mundo; de manera masiva, China inundó los mercados internacionales con baratijas de todo tipo a precios casi de risa; era una avalancha de productos relativamente malos, muchos sin gran uso, y con mala calidad; pero eran tan baratos…

Treinta años después las cosas han cambiado; aquella maquiladora de los años noventa del siglo pasado, se han convertido en la gran fábrica del mundo; pero con la característica de que ahora ofrece cantidad y en no pocas ocasiones calidad.

Esto ya no gustó para nada a occidente; ahora el Made in China está más que nunca en todo el mundo; con mejores niveles de calidad, usando tecnología de punta; pero con precios más bajos que los que ofrece Europa occidental, pero sobre todo los empresarios de los Estados Unidos.

Esto es lo que calienta y molesta; los chinos están incrementando su oferta, al tiempo que incrementan su nivel de calidad, lo que los hace más competitivos; peeeeeero, resulta que ofrece productos similares a los de occidente, con mejores precios.

Esto definitivamente enciende las alarmas

La cantidad de carros que está mandando a México con el plan de venderlos en los Estados Unidos a precios más bajos que los que ofrece la industria automotriz de ese país ha sido la gota final que desató abiertamente la tormenta de una guerra comercial anunciada e inevitable. 

Ahora el gobierno norteamericano ha declarado que no va a permitir que esto suceda; por lo pronto han decidido que no dejarán pasar los carros que el gigante asiático manda a México para reexportarlo; y que en todo caso, los que lo hagan, tendrán que pagar aranceles (impuestos a la importación) de hasta el 100 por ciento sobre el precio anunciado; de esta forma buscan encarecerlos a tal grado que dejen de ser atractivos a los consumidores.

Al final lo que se está reconociendo es el éxito indudable de China en el mercado internacional; con todas las políticas de protección gubernamental, y el control casi total de la fuerza de trabajo (salario y jornada de trabajo); por lo que, para evitar que desplace masivamente a los productores locales, el gobierno de los Estados Unidos ha decidido crear una nueva guerra; la guerra comercial; la guerra de las protecciones que tanto buscó desmontar cuando le convenía; y que ahora lo ve como un obstáculo.

Pero China no se va a detener; va a seguir taladrando, drenando la planta industrial internacional; lo que le importa es vender sus productos; sus políticas de protección van a continuar, van a seguir llenando los mercado del mundo; ellos no se van a detener, por más que Estados Unidos se moleste.

China no sabe de lágrimas; mientras pueda…, y puede, va a seguir ofreciendo productos por debajo del precio internacional…

Buenos alumnos han salido de la frase célebre que patentó el interés americano…: ¡nada personal…, sólo negocios!

Y es que China aprendió de sus maestros; no tiene tiempo de llorar lo que pierde; ocupado está en lo que gana…, y busca ganar…

China disfruta la idea gringa de que el tiempo es dinero…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *