dom. Abr 28th, 2024

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

                                                 

                                                                         DEL AYER

                                                      “Ayer tocaste a mi puerta…, me dijeron,

                                                      sin orden, sin aviso previo irrumpes,

                                                      sacudes de improviso mis entrañas;

                                                      me dijeron que tus labios me nombraron,

                                                      me dijeron…, o imaginé tanto.

                                                      Así es el ayer, que una vez forjamos,

                                                      así fuimos, amor de aquellos años”,,.

                                                                               elíseo

Mientras en Europa, los agricultores franceses y belgas se movilizan en sus imponentes tractores (están tan jodidos que gastan a lo bestia…) por las carreteras, amenazando invadir y paralizar las principales ciudades, con la finalidad de ser escuchados en sus demandas de apoyo y protección en contra de la apertura indiscriminada de los mercados nacionales; situación que los deja muy vulnerables ante las grandes empresas globales.

Mientras esto sucede en la lucha por los mercados y los márgenes de ganancia; en México y concretamente en la región zamorana se debate el tema de sequía.

Hace sesenta años, era normal que las casas tuvieran su pozo en el patio; los veneros de agua estaban casi a flor de tierra; era muy sencillo tenerlos para uso de agua en cualquier momento; era tan simple ver como los espejos de agua se acercaban a Zamora por el lado sur ( de las Fuentes), refugio hábitat de patos, garzas, güilotas, culebras de arroyo, tortugas, ranas, zapos, peces; toda una fauna y flora que mejoraba el medio ambiente de la región…

¡Pero no dejaba mucho dinero…! sólo era un charco de agua de varias hectáreas… ¿ y la ganancia qué…, dónde, o para cuando…?

Hoy se realizan congresos y seminarios para estudiar el problema del agua; mientras se sigue promocionando el Lago de Camécuaro que cada vez tiene menos nivel; es evidente que recibe menos afluencia de sus abastecedores históricos por dos razones; primer por que la necesidad de usar agua para riego y consumo humano los lleva a desviar corrientes de agua, pensando en la ganancia financiera, y la estabilidad social. La otra es por la indudable sequía,  ni como negarlo; llueve cada vez menos, ya podremos seguir culpando al fenómeno del niño o de la niña; al final el caso es simple…, llueve menos.

Los congresos y seminarios realizados por sesudos investigadores  (algunos hasta especialistas del tema…, no se ría, es cierto…, bueno…) generosamente financiados por políticos muy interesados en mantenerse en el poder; sean del color del partido que sean; en este tema no se distinguen mucho entre si; el poder por encima de los fines comunes. 

En estos encuentros de ideas y discursos políticos se alza la voz y se ofrecen soluciones al problema del agua; la sequía representa un reto intelectual y una necesidad social; muy seguro que de este encuentro intelectual y promocional político salen ideas muy interesantes; lamentablemente, le anticipo, no va a suceder que la parte fundamental del problema sea puesto sobre el texto final de tales encuentros de intelectuales generosamente apoyados por el poder político…; ni va a suceder…

¡Es la codicia humana estúpido…!

Pero como política e intelectualmente no es rentable esta afirmación, no va a aparecer en las páginas que anuncien los grandes acuerdos a que se llega en estos congresos y seminarios.

Claro que hay sequía, claro que hay escasez de agua; pero note usted como se pone por delante la necesidad de mantener la afluencia de agua para los negocios; lo que, sin duda, genera una escasez real de agua para el consumo humano directo.

El agua que se concentra con la lluvia puede seguir alcanzando para el uso humano; pero como los negocios se ven amenazados si llueve menos; entonces los políticos se ven obligados a realizar tareas de control de daños, buscando que las empresas no se detengan; que los permisos de uso de agua agrícola e industrial sigan su rumbo…, aunque el consumo humano se recorte.

De ahí vienen los cortes de agua en los centros urbanos; imagínese cuánta agua se le libera a las colinas marginales de ciudades como Zamora, Jacona, La Piedad…, o Morelia; las pobres colonias lejanas, les va bien si les dan agua un día a la semana…; y en ocasiones durante la noche…, para que muchos no alcancen a usarla…

La codicia humana por ganar más, o por mantener el nivel de ganancias van a seguir creciendo, hasta que en un momento dado suceda lo que va a suceder…: alguien se va  a apropiar de los mantos de agua, y este líquido sea la mercancía más demandada del mundo como condición para seguir viviendo…

Los agricultores quieren más agua para sus cultivos, los ganaderos igual; los industriales imponen su criterio y toman los veneros de agua de manera indiscriminada; los centros históricos de las ciudades argumentan que el turismo debe recibir agua, para que regrese y gaste…; al final de la fila está la población en general; si no es negocio, tendrá que seguir siendo así.

El agua es un bien tan escaso, que alcanzando para el consumo humano, tiene que ser ajustado para que los negocios no reduzcan su margen de ganancia.

Cierto…, llueve menos…: ¡pero es el negocio estúpido…!

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