LAS PEQUEÑAS COSAS…

LA MAÑANA QUE SONRÍE

“Apenas se asoma el aura, discreta, en silencio, / es la vida que despunta, se desliza quedo, / es el tiempo que se asoma, se anuncia lenta, / es la vida, sin duda, tus ojos la iluminan. / Es otro día por andar, es lo único cierto, / es otro día por vivir al menos”…elíseo

Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, y supuestamente para evitar que se repitieran eventos como los que Hitler y sus ambiciones hicieron pasar a la humanidad de entonces, el gobierno de los Estados Unidos echó a andar la maquinaria reorganizativa que lo habría de llevar a formar una red de organizaciones internacionales con las que el autoproclamado país ganador de la guerra buscaba erigirse como el policía y el banquero del “mundo libre”: así se forma la ONU y el FMI (Organización de las Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional); de esta manera se busca dirigir y controlar las grandes decisiones mundiales que permitan un crecimiento ordenado de las naciones, sus relaciones política, financieras, comerciales y militares.

Por desgracia, todo fue una cortina de engaños que le permitió al gobierno de Estados Unidos mantener un control sobre las instituciones que, supuestamente rigen el ritmo de las relaciones políticas internacionales, los patrones productivos, y las políticas de endeudamiento de los gobiernos miembros.

Tres referencias para el caso de hoy…

La Guerra invasión de Israel sobre lo que queda de Palestina…

La guerra comercial desatada de manera unilateral desde Estados Unidos contra el mundo…

La sobreproducción automotriz, señal inequívoca de la voracidad humana…

Ayer lunes 5 de mayo, el genocida denunciado internacionalmente por crímenes de lesa humanidad Benjamín Netanyahu, quien debería estar en una cárcel en la Haya Holanda, sede del tribunal internacional, formado precisamente por la ONU para castigar a los genocidas como el líder judío; como si fuera algo así como un día cualquiera; anunció en rueda de prensa a modo para sus intereses y los de su protector Donald Trump; que el plan marcha conforme a lo esperado; y que en los próximos días podrán tener totalmente limpia la zona de guerra invadida; o sea, lo que queda de Palestina; y que espera entregársela a Donald Trump en su próximo viaje a Israel, lo que, según sus palabras, sucederá en los próximos días.

Mientras tanto, la ONU sigue finiendo amnesia, no hace casi nada para detenerlo y encerrarlo; un genocida que debiera estar en la cárcel de por vida; se dispone a entregarle el regalo deseado por Trump; palestina sin palestinos; para hacerse un pequeños balneario de descanso para él y la gente blanca millonaria…como él.

¿Para eso se creó la ONU…?

Apenas llegó al poder el presidente Trump anunció al mundo que lo odia, que odia todo lo que se rinda ante sus pies; odia no poder ser nombrado emperador del mundo; odia no poder ser como Napoleón, y para manifestarlo se recreó para si mismo el momento en que el Corso de coronó a sí mismo sin esperar que el Papa lo hiciera como dicta la norma de la Europa colonizadora.

Quiere, necesita ser llamado “majestad”, y cuando ve la presteza con que ha sido despedido el extinto Papa Francisco, la envidia lo invadió y decidió, como niño rico grosero, decidió que, igual podría ser el próximo Papa, si con ello lograba atraer la atención, el respeto y la sumisión de más personas.

Su horrorosa majestad, ahora decide que quiere ser emperador y Papa; muy probablemente alguien le contó la historia de los Borgia y desea emularlos; de hecho hay muchas similitudes entre ambas familias: mientras Borgia compró la corona del papado, su hijo Alejandro quedaba al frente del ejército del Vaticano, que igual se alquilaba para hacer guerra y someter a los enemigos del Papa, o para atacar a reyes y príncipes que no se sometieran a las ordenes del Papa.

En tanto, su hija Lucrecia, era la amante preferida del “santo Barón” que ostentaba el trono de Pedro en el Vaticano.

Por cierto, los amores y la cama de ésta, al parecer bella mujer, eran compartidos entre su hermano y su padre: Papa y jefe de los ejércitos; padre y hermano sus amantes favoritos, y de complemento un noble a su lado en calidad de esposo, producto de los convenios del propio Papa, como estrategia de guerra.

Si revisamos el perfil de Trump y su familia, todo tiende a parecerse mucho; mientras el actúa como dueño del mundo, envía a su hijo a preparar una supuesta invasión a Groenlandia; a revisar el territorio de Gaza para futuras inversiones; y no tiene empacho en delarar lo buena que esta su hija, y lo rico que debe ser estar con ella en la cama… (que cada quien saque sus conclusiones al respecto).

Por otro lado decimos que la tierra no soporta más degradación; que se debe detener el deterioro ambiental; desde 1997 se realizan reuniones internacionales supuestamente para detener el deterioro ambiental; todo cobijado por la iniciativa de la ONU, el resultado son muchos discursos, muchas promesas, algunos documentos declaratorios promovidos por todo el mudo; y al final una realidad que nos dice que detener la degradación de la tierra es casi imposible porque choca con los intereses de las grandes empresas; la muestra es el mercado automotriz, donde se incrementa cada vez más la producción de carros, pero sobre todo, donde queda claro que si no se venden muchas unidades cada año, la industria no funciona bien; si no se consigue el margen de ganancia que esperan los accionistas, de inmediato se impacta en el mercado financiero.

¡A quién carajos de ellos le importa la degradación ambiental poblando cada vez más el mundo de coches de todo tipo!

El reporte de la industria automotriz nos dice una verdad absolutamente grosera; se sigue alimentando el ego del ser humano con la idea de que no se tiene un coche no se es alguien; donde los modelos actuales son un estatus necesario y deseado; es la aspiración incluso en muchas ocasiones por arriba de tener una casa.

El reporte de la industria nos informa que este año pasado (2024) la producción fue de 92 millones 504 mil unidades entre vehículos ligeros y pesados: (David Márquez Ayala; Reporte Económico, Per. La Jornada, lunes 5 de mayo, 2025, pag.19).

En el reporte hay un dejo de preocupación… ¡la producción disminuyó en un 1.1 por ciento en relación a 2023! como si fuera terrible para el mundo; cuando debiera ser un alivio para la salud de la tierra.

Claro, se piensa en lo que se deja de ganar, por encima de lo que se deja de contaminar.

Piense usted lo que significa producir casi 100 millones de carros cada año, asumiendo que se tienen que vender todos, al precio de mercado, o castigados en precio según la necesidad de cada empresa; cada año entre 94 y 100 millones de nuevas unidades de contaminación; mientras se festeja en la industria los éxitos y se molestan por no haber logrado un crecimiento esperado.

¿Y la tierra…? Pues que se joda.

En fin, esta es la realidad de hoy; pequeñas cosas que hacen que la historia pareciera repetirse, pero con más violencia: un loco armado que desea el mundo en sus manos; un mercado voraz que genera instituciones que no hacen su trabajo; genocidas libres burlándose de la justicia y la esperanza de los ciudadanos casi inermes; y un mercado que manifiesta su apetito insaciable; o vendemos y ganamos más, o la tierra deja de ser un buen lugar para los negocios.

Hoy la tierra pareciera ser un buen lugar para genocidas que se burlan y siguen asesinando alegremente, personajes grotescos que se sienten emperadores, dueños del mundo; y un mercado que no respeta instituciones financieras y orden de mercado; se gana mucho, o no se está por el camino correcto.

Esto es el resultado del nuevo orden internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial; Hitler sigue cosechando seguidores e imitadores por desgracia.

Le abrazo….