LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

DE AQUELLOS DÍAS

“Cuando el viejo profesor, sentenciando prometía, / que el encanto de la vida se aprontaba, / que impetuosa tocaba a mi puerta; / con sonrisa casi ufana, y una complicidad hermana, / del futuro grandes prendas a mi alforja preveía, / no sabía, o al menos lo ocultaba discreto, / que aquel regalo tan claro pregonado, / eran sólo promesas pregonadas al instante, / sólo promesas… ¡en lo que pasaba el tiempo! / Los viejos profesores y un futuro nunca adivinado”…elíseo

Mientras en el Vaticano se da una lección de hipocresía de lo peor de la humanidad ante el cadáver del extinto Papa Francisco; quien siendo repudiado por buena parte de los asistentes en vida; no olvidemos que Milei de Argentina lo llamo “zurdo de mierda” y comunista; que para Trump, representaba un enemigo directo a su política contra los migrantes; y así, podemos recorrer al lista de personajes que fueron a hacer el papel de los cínicos que aprovecharon hasta el último instante su imagen en la tierra; como el propio Zelensky que se aprontó en busca de otra humillación de su patrón de facto, el presidente Trump, con la queja de que él si quiere la paz, pero que Rusia no.

Mientras los propios cardenales burlaron la voluntad del muerto, de ser velado con el ataúd cerrado, y sobre todo en una caja sencilla; el expresidente Ernesto Zedillo reapareció en la prensa nacional por medio de las revistas creadas por sus aliados ideológicos de ocasión; quienes son como dice la letra del tango… “Hoy un juramento, mañana una traición, amores de estudiante, flores de un día son”.

Al ritmo de preguntas a modo; por aquello de que entre gitanos no se lee la suerte, el expresidente ofreció nuevamente su discurso en relación a lo que él considera que es la democracia, y de como en seis años, entre AMLO y Claudia se han encargado de destruirla.

Podemos estar o no de acuerdo con sus ideas; pero lo innegable es su derecho a opinar, siempre y cuando se reconozca que se vive en un ambiente de libertad de expresión, fuera de la censura que se aplica en regímenes en que, a quienes piensan diferente y contra el gobierno en funciones; o se le manda callar y se le veta laboralmente; o incluso se le destierra o elimina físicamente.

Pero Zedillo afirma que no hay democracia, y se expresa como quiere y cuando quiere…,y sigue tan campante…

En 1968 el gobierno de México persiguió y aplastó a los que no pensaban como este quería que pensaran; simplemente los aplastó; la historia lo narra con santo y seña.

El escritor Rafael Loret de Mola salió huyendo del país en un avión privado prestado (ver sus libros: Relaciones Peligrosas, y Los Cómplices) cuando ventiló el homosexualismo del presidente Miguel de la Madrid; su vida de por medio le indicaba que se iba de México o podía morir.

El muy leído Mauricio Gonzáles de la Garza, a finales de los años ochenta del siglo pasado en un pequeño artículo relata como el gobierno en México les controla a sus críticos y les castiga si no hacen y dicen lo que conviene en cada ocasión.

Directamente confiesa como fue arrinconado, eliminado laboralmente de los grandes medios nacionales; reconoce que se recluyo en un pequeño espacio de sobrevivencia en un pequeño medio de comunicación, a cambio de su tranquilidad, y sobre todo de su vida.

Luego llega el escritor peruano, luego noble-español Mario Vargas Llosa, a señalar que en realidad el gobierno de México representaba en aquello años una dictadura perfecta.

En 1988 ante la incapacidad de ganar en las urnas la presidencia, en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, confesó que al ver que el Ingeniero Cárdenas les estaba ganando la elección, decidieron cometer un fraude patriótico; eso si, en su tono muy convencido de que lo hicieron por México; como lo señaló días después el presidente del PAN Luis H, Álvarez; quien al confesar que habían “negociado con el gobierno el fraude”, lo justificó señalando que lo hicieron por que le tenían miedo al ingeniero Cárdena de que “nos levara al comunismo”… : ¡esos panistas tan decentemente corruptos!

Luego ante el enfado con su candidato Colosio que no prende en la campaña electoral de 1994, deciden asesinarlo en un crimen de Estado tan burdo que ni un analfabeta ciego lo puede negar; curiosamente su jefe de campaña no lo acompaña a Tijuana en la gira que le han suspendido se le señala que ya no se presente; que ya no es más su candidato; a lo que el responde que se atiene a las consecuencias…; el resto lo sabemos, lo ejecutaron de manera descarada.

El jefe de campaña era Ernesto Zedillo; y debiendo acompañarlo, se quedó en la ciudad de México; y luego ante la rebelión de los senadores priistas que intentaron presentar al presidente del senado como candidato emergente; de manera dictatorial el presidente Salinas presentó por televisión, en red nacional a Ernesto Zedillo como el sustituto de quien no quiso renunciar y lo asesinaron.

Entre las primeras acciones de gobierno, Zedillo decidió que no quería gobernar con la Suprema Corte de la Nación; y en una demostración de soberbia política decidió mandarlos al retiro con todos sus ingresos en resguardo y todos sus derechos; de tal forma que desde entonces gozan de una vida de miel y hojuelas. De esta forma los quitó a los 27 ministros que le heredó Salinas e impuso a una Nueva Corte (quitemos lo de Suprema, es mucha palabra para tan poca justicia) de 11 miembros; nuevamente tratado y pagados como reyes.

Podemos seguir enumerando momento de acciones grotescas de aquel gobierno que el expresidente Zedillo añora y señala como la época democrática que, a su juicio, AMLO y hoy Claudia han destruido.

En entrevista con los jefes de las revistas Nexos y Letras Libres (Aguilar y Krause) se queja de que estos dos políticos de marras han destruido la democracia en México; la que a su juicio era la que ellos construyeron y alimentaron; la de las masacres a estudiantes y campesinos; la de los fraudes electorales: 1988, 2006, 2012; la de la creación de la trampa de empobrecimiento de las clases medias y bajas por medio del FOBAPROA; la época como dijo “Alito” Moreno presidente dictador de lo que queda del PRI: “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre”.

Quizá Zedillo realmente tiene razón, y el 80 por ciento de mexicanos que afirman apoyar al gobierno anterior, el de AMLO y el actual de Claudia están equivocados.

Quizá el extinto vocero de la ultraderecha latino-española Vargas Llosa tenía razón al afirmar que cuando en un País gana la izquierda, es por que los electores no supieron votar; por tanto ese gobierno no es legítimo.

Quizá tienen razón los autonombrados líderes de opinión que al verse relegados del sacrosanto chayote a sus revistas y sus plumas, se quejan de que les falta el “apapacho” del gobierno, claro el dinero, viajes, regalos que los enriquecieron por años (recordemos los comentarios de Aguilar Camín al respecto).

Bajo este paraguas de ideas…; a lo mejor Zedillo tiene razón… ¡extrañan el país que ellos controlaron por décadas!

Extrañan lo que podían poner y quitar; o que ellos consideran que es o debe ser la democracia…, con muchos adjetivos, a propósito del libro de Krause…La Democracia sin Adjetivos.

Le abrazo…