Cuitzeo, Mich., 25/marzo/2024.- Lo que hace poco más de 20 años fue advertido por especialistas y asociaciones, hoy es una realidad y los pobladores de las localidades de la ribera del Lago de Cuitzeo ya sólo ven un cementerio de lanchas y vehículos atravesar la superficie que, alguna vez fue el segundo espejo natural de agua del país.
Los habitantes que vivían de la pesca, hoy se han ido a trabajar a otros municipios, han buscado el sueño americano o intentan sobrevivir de otros oficios.
Juan Pintor tiene 70 años y desde los 15 se dedicó a la pesca. Recuerda que, en más de 50 años de pescador, nunca había visto que el lago se secara por completo, hasta hace cinco, que empezó a empeorar la situación.
“Se nos terminó el agua y tenemos que trabajar en la artesanía para tratar de sobrevivir. Me da tristeza ver que ya no tenemos a dónde ir a trabajar, para sacar para estar viviendo”.
Sin embargo, el problema que hoy enfrenta este lago ya había sido visualizado y advertido desde hace 20 años por la organización Amigos del Lago de Cuitzeo.
La presidenta honoraria de esa organización, Julieta Gallardo Mora, lamenta que actualmente, sobre lo que es tierra, antes había un lago con mucho auge. “Tanto de trabajo, como de beneficio para los pobladores de las comunidades en la ribera de este lago”, expone.