LAS PEQUEÑAS COSAS…
Eliseo Castillo
CONRADO, AMIGO…, SIN ADIÓS
“La muerte de un amigo va diseñando la propia,
reflejo de una historia, tardes de charla, alguna copa,
la vida en común, amigo de entonces, de hoy recuerdo,
por el tiempo pasado, hoy te bendigo,
por los buenos recuerdos…, Conrado, amigo.
Del ayer en común rescato sonrisas y algunas penas,
serenas tardes a veces, amigo,
por ese ayer sin gloria, hoy te bendigo“…
elíseo
Dentro de los despropósitos de los gobiernos, sin duda esta la manía de querer hacernos creer que con ellos todo va a mejor; que gracias a ellos las cosas cambian; y que si duda, con el gobierno en turno se vive mejor que con los anteriores.
En ocasiones esto es una actitud que se requiere para mantener la percepción de que, efectivamente, con ellos, con el actual gobierno todo es mejor; que sin duda las cosas ya han cambiado, todas regularmente para bien.
Es el caso en que se encuentra enfrascado el gobierno de AMLO, aferrado en mejorar el sistema de salud pública a tal grado que pueda compararse con los mejores del mundo; en este caso, queriendo que se compare con el de Dinamarca.
No imagino a los mexicanos esperando una medicina pública como la de Dinamarca; un IMSS, un ISSSTE y hospitales públicos en general con la tendencia a la perfección en su servicio; no, no lo imagino como la esperanza en los mexicanos.
En cambio si imagino y veo el deseo y esperanza de que el servicio mejore de manera sustancial; que el mexicano enfermo en general sienta que se le toma en cuenta con más respeto y prontitud; respeto es una palabra mágica…, respeto (si lo sabré, que hace dos meses solicité servicios médicos de emergencia en el IMSS y ante su tortuguismo y poca disposición, me vi orillado a ponerme en manos de la medicina privada para dos cirugías de emergencia; donde literalmente, mi vida estuvo…,está de por medio…; con el golpe en las finanzas personales propias de este tipo de gastos inevitables y a veces impagable de momento, de eso se trata la idea de mejorar en si misma la medicina pública).
La guerra por el tráfico de medicamentos, y la política de los moches en los contratos de asignación.
Sólo un ciego que tiene vista sana se negaría a reconocer que hay un robo permanente de medicamentos en el sector salud; a veces es robo hormiga, a veces en cantidades grandes; pero estos medicamentos inundan los mercados populares de las ciudades y pueblos.
Sin embargo, el auténtico interés está en los grandes contratos para distribuir los medicamentos; es un negocio muy grande; imagínese, millones de medicamentos que deben ser entregados cada año al sector salud…; cientos de miles de millones de pesos en las ventas…; ¡imagínese usted, amable lector (a), las ganancias sin tener siquiera laboratorios!
Desde luego, la guerra de la comunicación y manipulación se siente de ambos lados; los que critican todo lo que haga el gobierno; en este caso casi todos los espacios en televisa, tv-azteca e Imagen; las tres televisoras se han dedicado a rechazar totalmente cada programa que intente lucir mejor que los de los anteriores gobiernos; mientras que el gobierno actual, se afana, y en ocasiones se ufana (mal hecho, desde nuestro punto de vista) de sus logros, aunque en ocasiones no se noten tanto; o de plano no se vea tal éxito.
¡Cuidado con los autoelogios…! en ocasiones son peores que las críticas, con argumentos o sin ellos.
Por desgracia, los llamados “cárteles de los medicamentos” son una realidad y se encuentran muy enojados con la mega farmacia que ha construido el gobierno actual; con esta se pretende eliminar el poder de estas mafias de los medicamentos.
Hay mucho coraje…, se les ha quitado el control de la distribución de medicamentos sin tener laboratorios; pero eso si, grandes contactos y palancas dentro del gobierno que les ha permitido obtener contratos que, al verse en peligro, reaccionan violentamente, y todo acto que realice el gobierno sigue siendo desacreditado antes de ser analizado…
El connotado economista Carlos Fernández-Vega lo narra mejor en el diario La Jornada del sábado 20 de enero de 2024…
“Todos alineados cuando estaba activo el multimillonario cártel de las medicinas -que sangraba al erario y en el que participaban políticos de altos vuelos que, oficialmente, nada tenían que ver con ese sector (aunque de ellos dependían los jugosos contratos con el sector público)-,…
…
Es entendible el cambio de ánimo, pues se les acabó el jugoso negocio a costillas de la nación. En cambio, el Estado ha recuperado miles de millones de pesos que hasta hace algunos años colmaban las alforjas de esos pandilleros y jilgueros,…
…
¿Y por qué “era mejor antes”?, según la versión de la pandilla y sus corifeos. “Por esto: 10 empresas vinculadas a políticos (entre ellos Manlio Fabio Beltrones, que ha salido del sarcófago en busca de una senaduría; Emilio Gamba Patrón y Roberto Madrazo) vendían 80 por ciento de todo lo que compraba el gobierno, ni siquiera laboratorios; 303 mil millones de pesos y las 10 empresas se llevaban 241 mil millones. Era una red y estaba desde luego vinculada a políticos, imperaba el influyentísimo, a seudoperiodistas y a medios de comunicación…
…”
Fente: Francisco Fernández-Vega; op.cit.
Por desgracia este es el centro del problema; hay una lucha por el control económico a través del tráfico de influencias para obtener los contratos para traficar medicamentos.
Obviamente que la salud de los mexicanos no es tan importante como sus negocios, como sus ganancias…
Bien haría el gobierno en ser más modesto en sus alcances en el tema de la salud pública; México no va a ser jamás como Dinamarca en materia de salud; la realidad es muy simple; el país es complejo con 130 millones de habitantes y un montón de problemas; Dinamarca tiene menos de 10 millones de habitantes (unos 8 millones); nada que ver entre ambos países.
Los niveles de corrupción son muy altos en México; no es el caso de Dinamarca; su nivel de educación cívica es mejor que la nuestra; aquí, aun hay personas que aplauden la corrupción y admiran a los narcos y políticos transas…; televisa, tv-azteca e Imagen aun siguen manipulando con telenovelas bobas, y, con cronistas de futbol gritones y semianalfabetas.
Ni como compararnos.
Con que mejore un poco el IMSS, ISSSTE y otros hospitales públicos, iremos ganando.