vie. Abr 26th, 2024

AL PASAR LA CARRETERA LOS RIELES LEVANTARON…

* Adiós a los tranvías de mulitas

* Las señoras muy catrinas y los señores de sorbete

* Maurice Bucheri, el francés

* Don Gabriel Vargas y…¡A centavo el viaje!

Por Enrique Covarrubias Magaña

La mañana del 7 de febrero de 1938, Gabriel Vargas recorre por última vez el tramo entre Zamora y Jacona, va sobre el estribo de un simpático tranvía cuyos costados ostentan orgullosamente la marca ” J.G. Brill, Chicago, U.S.A.”

Aquel será el final de 59 años de brega, de transportar laboriosos zamoranos y jaconenses. Ese día al amparo de las sombras de la noche, empleados de una compañía contratada por el gobierno federal empezarán a levantar aquellos rieles de legítimo acero sueco que tiempo atras trajera de Europa, el epónimo cura Plancarte, para la primera vía de Michoacán.

Una vez desmantelado, quedan ahí por un tiempo, a la vera del puente, el montón de hierros, que sin el uso y amontonados, tristes y enmohecidos, miran la cinta gris de la recién inaugurada carretera. Luego son apilados en poderosos camiones ‘Mac’ y conducidos a la estación del ferrocarril de esta ciudad de donde parten hacia la ciudad de México…

Atrás han quedado  toda una época de romanticismo. Después de aquel último viaje, han quedado sepultados en el olvido…¡Adiós a los Tranvías!, fieles testigos de la transformación de la levítica Zamora, a la cual vieron crecer, hacerse grande…¿cuántos cantos y voces de guitarra arrastrados por el viento, no se escucharon en su cubierta?…piensa en voz alta y entrecortada Gabrielito Vargas, al tiempo que limpia las lágrimas de sus ojos con el infaltable paliacate rojo…¡es la modernidad!…se consuela

PRIMERO DE MULITAS

“Don Barbarito” periódico de don Teodoro Silva, publicó el 10 de abril de 1879 la siguiente nota: “El ferrocarril de Zamora a Jacona, está al terminar. A últimas fechas los rieles han llegados a las calles de ésta última población (sic), la que atravezará de un extremo a otro. Esta mejora ha sido realizada por el Sr. Cura Plancarte de Jacona. Inician así los tranvías que serán los primeros en Michoacán, serán jalados por un par de mulitas”

La culta sociedad zamorana, recibió aquella noticia con gran beneplácito, se satisfacía con aquel medio de transporte, una necesidad que sin ser prioritaria, sí daba lustre ya que en ninguna otra población del estado existía esa modalidad. Y no nada más los ricachones celebraban tal acontecimiento, ¡qué va!, el pueblo, los de abajo gozaban muy a su manera la llegada del tranvía…hasta la chiquillería que, una vez que comenzaron los viajes, resortera en mano, jalaban esa infernal arma hacia el blanco que habían convertido los inertes aceros que servían de rieles..¡Vaya tiempos!.

El Cura Plancarte siguiendo la tradición de practicar el extranjerismo (además de que no le quedaba otra) trajo de la bella Francia un singular personaje para que fuera el administrador de esos tranvías, su nombre era Maurice Bucheri, tenía la experiencia de los ferris franceses, había hecho amistad con el dinámico varón de Plancarte, durante uno de sus muchos viajes de éste clérigo al viejo mundo.

Pronto el francés se instaló primeramente en la recién inaugurada estación de tranvías que se encontraba en la plaza de Jacona, donde recién se había abierto la calle contigua al colegio de las Madres Guadalupanas; debido a su inentendible español, Bucheri hablaba más a señas que con diálogos, pronto zamoranos y jaconenses lo conocieron como “el mudo francés”.

Inteligente como era el francesito, no tardó en aprender el castellano, casi mejor que algunos ‘payos’; pero su objetivo no era ese, sino el de hacer crecer la red ferroviaria. Al cabo de unos años Maurice retornó a Francia, fue entonces que tomó las riendas de la ‘Empresa’ don Rafael Loza quien se hizo acompañar de Esteban Méndez, pronto este par tuvieron que renunciar debido a que por la época al tranvía subían algunos rateros y por ende la clientela bajó, sobre todo los catrines que protestaron.

De inmediato fue contratado Pancho Cano, un simpático ‘Viejo Cano’ de perilla y bigote blanco, vacilador y decidor que lucía deslumbrante anillo en su dedo anular.

SE AMPLIA LA LÍNEA

Para julio de 1900 sus líneas llegaban ya hasta la deslumbrante y porfiriana estación de Ferrocarril, que había sido inaugurada el 10 de junio de 1899, ante la algarabía de los zamoranos.

Los tranvías entraban por la calle Real (Hoy Madero) hasta La Purísima (nuevo templo que habían levantado los zamoranos), pitando en cada esquina, sobre todo, en la ‘Cruz Verde’ (Madero y Nervo) anunciando a la gente su paso; a poco pasaba por el puente del río Duero, saludando a los remadores de canoas, así llegaban bajo las sombras de centenarios árboles de La Luneta. El camino era pintoresco: inditos con tejocotes, cerezas, tamales. Los charros en buenos pencos. Al pasar el nuevo canal de ‘Zapadores’ (río Nuevo) se cruzaban los tranvías, a ese lugar le nombraban ‘los cambios’ (Zamora en su Fundación, Francisco García Urbizu).

Cuando algún carro se accidentaba el pasaje aburrido se iba de paseo y los muchachos se trepaban a cortar guamúchiles que abundaban en el camino; alguien entonaba canciones de moda como: “Pajarillo Barranqueño”…( ‘Jacona de Plancarte’ de Daniel Cuevas Torres).

GUERRA A MUERTE A CENTAVO EL VIAJE

Todo eso lo recordaba Gabrielito Vargas, mientras recorría aquel bello paraje de entre Zamora y Jacona, pues su padre, de tarde en tarde, le narraba esas aventuras a la vera de un acogedor porche de solariega casa zamorana…En cuestión de minutos, el último de los administradores de los sentenciados tranvías, hizo un recuento de sus días al frente, recordó cuando en una guerra a muerte con los camiones de pasaje, que ya circulaban antes que se abriera la nueva carretera, les hacía la competencia, cuando parados en ‘La Cruz Verde’ (Madero y Nervo) les decía: “A tres centavos el viaje a Jacona”, cosa que enojaba a los choferes de camiones , que al escuchar esto bajaban a 2 centavos; entonces don Gabrielito gritaba con todas sus fuerzas…¡A centavo el viaje!…(El 28 de abril de 1938, cortaron la Luneta para dar paso a la carretera Nacional, un hecho que ‘Sucedió en Zamora’…Archivo Histórico Municipal de Zamora)

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