mar. Dic 9th, 2025

LA ECONOMÍA Y USTED…

Eliseo Castillo

LAS HORAS Y LOS DÍAS

“Con la premura del reloj constante, / avezado centinela del tiempo, / constante vigía sin sentimientos; / las horas y los días se hacen presentes, / se mete en tus huesos, te delatan, / las horas y los días, aliados severos; / piedra lunar de la desesperanza; / ¡nada detiene la nostalgia! / ¡nada hace más triste la espera!”…elíseo

Si aceptamos que la política es una forma de continuación de la guerra, solo que de manera menos grotesca; donde las armas de destrucción física se, medio ocultan, entonces no hay mucha duda de que seguimos con una guerra disfrazada de política pública tanto en el mundo, como en el país.

Pakistán, mientras sostiene desavenencias con La India, decide emprenderla contra Afganistán; mientras que la primera ministra de Japón, arremete contra China; y Europa se rearma, lanzando un programa de reclutamiento de soldados reclutas mediante el servicio militar obligatorio; con el discurso del presidente de Francia y el de Alemania que advierten que hay que prepararse para la guerra contra Rusia; en tanto, esta potencia bélica nuclear (Rusia), sigue aferrada a sus planes de control de frontera región, mediante la invasión a Ucrania; y cuando se fingió que el alto al fuego y posible paz en los ataques de Israel contra lo que queda de Palestina; mientras se sigue bombardeando a la población hambrienta y sin casa; el neonazi Netanyahu tiene la osadía de pedir que se le perdonen sus delitos en Israel; así como lo hace su padre bélico, Donald Trump, que además de pedir ser perdonado por sus incontables delitos, ofrece a los electores de Honduras que si votan por el candidato de ultraderecha de su país, como premio, ofrece dejar en libertad al expresidente de Honduras, preso por narcotraficante en los Estados Unidos (acusado de haber traficado 300 toneladas de cocaína a los Estados Unidos).

Y eso si, mientras tanto, el propio Trump ya lleva más de 80 personas asesinadas con el pretexto de que está combatiendo al narcotráfico, mediante el asesinato de personas que salen en lanchas al mar en la región de las aguas colindantes con Venezuela; al tiempo que anuncia que ya prepara una invasión terrestre contra un supuesto grupo mafioso que se ha inventado y al que le ha puesto el nombre de Los Soles; hasta parece el nombre de un grupo de música de baladas románticas.

El mismo neonazi hitleriano que dice combatir a los narcos, ofrece a los hondureños que si votan por el candidato de su preferencia, en premio va a liberar a el líder de ese partido, preso por narco.

Todas estas expresiones, son ejemplo de como se manipula una aparente paz, en medio de una permanente zozobra bélica; donde el negocio de la guerra se impone; y las leyes del mercado se usan como argumentos para invadir, atacar, y controlar los productos y sus precios.

En México se libran dos batallas que se llevan la atención sobre los muchos problemas que asolan a la sociedad: extorsión, narcotráfico, inseguridad, infraestructura deteriorada; y muchos problemas más.

Pero el doble problema que nos tiene con el “Jesús en la boca” se relaciona con el permanente ataque del presidente intervencionista de los Estados Unidos; con ello simplemente nos deja en una permanente actitud de inseguridad; seguimos siendo su patio trasero; sigue aplicando la ley del garrote; y nos sigue recordando que lo único que nos une es la vecindad territorial; pero que no somos bien vistos, ni bien venidos.

Esto se relaciona con el otro problema, los precios de los cereales; el maíz en concreto.

Sin maíz si hay país sin duda, pero…

El problema es que la política de altos subsidios del gobierno norteamericano a sus productores ; recordemos que allá no hay campesinos, hay agricultores muy grandes; que pueden ser simplemente grandes empresas agrícolas; a los dueños originales de la tierra los despojaron de estas mediante dos acciones: el despojo y el endeudamiento; con lo que ahora, los programas públicos de apoyo agrícola es para grandes y medianos granjeros y empresarios; con lo que hace posible que estos puedan ser competitivos en el mercado de cereales que se desploma en sus precios de manera progresiva en la medida en que las cosechas de maíz se incrementa tanto en Los Estados Unidos, como en Brasil, el segundo productor de maíz en el mundo.

Con mucha cosecha, los precios bajan; y como los acuerdos comerciales en el T-MEC obligan a los tres países (USA-MEX-CAN) a adaptar su política de precios a lo que indique la bolsa de granos de Chicago; lo que ata a los tres países a atender a sus productores de manera particular; el problema es que ahora la bolsa de Chicago ha desplomado el precio de la tonelada de maíz a un precio de risa frente a las necesidades del productor mexicano; mientras la bolsa de Chicago ofrece maíz a 120 dólares la tonelada; los agricultores nacionales dicen que ellos necesitan un precio de venta de al menos 370 dólares la tonelada (7200 pesos).

Mientras el primer problema que se sufre es la agresión del nefasto Trump contra la soberanía nacional, desde el momento en que este delincuente que despacha en Washington; los agricultores nacionales salen a la calle a protestar por los bajos precios que reciben por su cosecha de cereales (principalmente el maíz, pero igual demandan mejores precios para el trigo y el sorgo).

¿Cómo conciliar 120 dólares contra 370…?

Resulta casi imposible; es una diferencia tan alta, de la cantidad de producción requerida para la dieta nacional; por más que se tenga la voluntad de salir adelante con las demandas de los productores, las cuentas públicas no salen.

Como dice la canción, no es falta de cariño, pero sin duda es falta de recursos; es mucho dinero la diferencia entre lo que dicta el mercado neoliberal que se lleva entre las patas a los agricultores pequeños y medianos nacionales; les resulta imposible competir y alcanzar la autosuficiencia frente a precios que les obligan a seguir alimentando los apetitos de las grandes transnacionales de agroquímicos, que les imponen precios elevados para sus productos, mientras que los precios de su cosecha se deprimen cada vez más.

El agricultor compra caro y vende barato, por obligación y condición; y el gobierno de México está en una trampa poco fácil de resolver.

Es imposible competir con agricultores norteamericanos subsidiados por el gobierno de los Estados Unidos; si se agrega que Brasil produce más de cinco veces lo que produce México…; literalmente estamos acorralados.

Sin maíz seguirá habiendo país; el problema es ver en qué condiciones. Quizá con menos tortillas y bolillo…; quizá con menos de todo.

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